Nuestra parte espiritual

La Cábala no es brujería ni magia oscura. Es mística judía, una tradición espiritual muy antigua que estudia la energía, la conciencia, el alma y las leyes que sostienen el universo. Todo lo que practico está basado en escritos hebreos, enseñanzas antiguas y símbolos sagrados que han sido estudiados por generaciones para ayudar al ser humano a elevarse, encontrar claridad y traer equilibrio a su vida.

Entiendo que muchas personas, especialmente quienes vienen de formación católica o cristiana, pueden sentirse confundidas al ver rituales de luz, velas, meditaciones o acciones simbólicas. Pero eso no tiene nada que ver con brujería. De hecho, es importante aclarar algo: el cristianismo y posteriormente el catolicismo nacen a partir del judaísmo, y muchas de sus enseñanzas espirituales más profundas tienen raíces en textos hebreos. Con el tiempo, al formalizarse estas religiones, se dejaron fuera ciertas prácticas místicas porque se buscó simplificar la espiritualidad para la gente común. Pero eso no significa que la mística sea oscura: simplemente es más profunda, simbólica y requiere estudio.

La Cábala jamás daña, no manipula y no “amarra” nada. Al contrario: abre caminos, trae paz, limpia energías densas y conecta a la persona con la Luz del Creador, algo que tanto judíos como cristianos y católicos comparten en su esencia espiritual.

Mi trabajo se basa en claridad, intención pura y armonía. No hago nada oculto ni prohibido: solo utilizo herramientas antiguas de sabiduría hebrea que se enfocan en la transformación interna y en atraer bendiciones. Si alguien no lo entiende, está bien; no todos conocen la profundidad de estas enseñanzas. Lo importante es que aquí, cada ritual, cada guía y cada acto simbólico tiene un propósito: elevar, sanar y llevar luz.

⚠️ El Shaddai nos protege y guia nuestros pasos para servir a quien nos requiere,
recuerda que el que no vive para servir, no sirve para vivir, Baruj Hashem.